Un grito en la nada

Una simple llamada puede marcar la diferencia en el camino, un simple timbre de voz distinto a lo que siempre he oido, una simple muestra de atención, un simple, te quiero, llegado a tiempo.
El alma se alimenta de pequeños detalles, nuestro espiritu cede ante cualquier estimulo a la vanidad, y con facilidad se pierde el rumbo.
El sediento cede su vida por calmar la sed y nuestros sentimientos humanos reaccionan ante los estimulos externos que llenan el vacio de lo que adolecemos.
Yo, que creo en los sentimientos por encima de cualquier otro valor humano, soy conciderada cursi y hasta insensata, pero que otro valor poseemos?.
Luchamos toda la vida por tener valores económicos, una buena posición financiera, un buen empleo, una buena casa, alguien que me diga que lo llevó a la hora de entregar el alma al padre creador.
Alguien que me diga que cuando me he conciderado más que un mendigo en la calle, que he sentido asco por el niño mugriento de la calle, que he rechazado la mano que se me extiende sucia, no he fallado a la ley divina, amaos los unos a los otros como yo os he amado.
Quien dijo que somos mejores que otros, quien dijo que por tener un color de piel distinta, el blanco es mejor que el negro? Quien dijo que por tener más dinero, más joyas, una mujer es mejor que otra?.
Cierto, el que dice que el dinero no lo es todo, regularmente, es rico, que coincidencia que el que dice que la belleza más importante se lleva por dentro, es bello(a).
En realidad es así, si nos detemos a pensar un poco en esto, podemos notar que la mayoria de conceptos herrados y expresiones, no son más que teorias tontas y que en realidad lo único que en verdad vale es cuidar tu alma, es el único real valor que poseemos.
Suena tonto, y hasta vano, pero dime que te llevas al morir?