Hoy he empezado a desechar cosas, intento aprender a desprenderme de cosas queridas, ropas, zapatos,cosas y mas cosas. Ello no es algo simple es un aprendizaje a aplicar en mi diario vivir. Y es que desechando también desechamos sentimientos rencores, vaciamos el saco, nos catapultamos a una vida mas limpia, dejando los escombros de nuestras almas para que nos quede el espacio vacío para empezar la reconstrucción de un nuevo ser que no tendrá cargas e ira mas ligero.
Asumimos cargar a nuestros hijos con sus vidas, nuestras parejas nuestras familias y todo lo que a ellos circunde. Con el tiempo vamos adquiriendo mas peso y no logramos al final tomar el peso de nuestra propia vida, dejando la nuestra varada en el sendero para seguir con aquellas que se han adherido sin remedio a nuestro diario discurrir.
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