Cada atardecer, mis ojos se pierden rumbo al norte,
allí estan mis más grandes amores,
Del norte de mi país querido, un día marché a la ciudad
en el norte quedó mi madre, dulce tierna y luchadora mujer
de ojos tristes, y espiritu indomable,
En el norte yace el cadaver del más grande hombre
el que más amor me dió y el que más me enseñó,
mi padre.
En el norte quedaron enterrados mis sueños de niña, mis mejores sonrisas,
quedaron presos en el trayecto hacia el sur.
En el norte más allá, tan lejos que no le imágino, se fue mi corazón,
prendado de unos labios, sujetos a un cuerpo, atado con los lazos de otra alma.
Al atardecer cada día observo esa dirección que se ha quedado con toda mi alma,
mis ojos han fijado un punto, por donde se fue mi corazón, donde existe mi risa,
donde estan mis amores o simplemente donde quiero estar yo:
En el norte está mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario